La llorona prehispánica:
La leyenda de la llorona es muy conocida en México, lo que muy pocas personas conocen es donde se origina y la cantidad de versiones de esta leyenda que no es exclusiva de México ya que podemos escuchar el llanto de la llorona en Perú, Venezuela, Costa Rica, Uruguay, Guatemala, Chile y algunos otros países hispanoamericanos.
¿Pero cómo le hace la llorona para estar en todos esos países?
La respuesta es fácil, no existe una llorona, ¡¡son cientos!!
La llorona es una leyenda cien por ciento prehispánica, inicia con la Diosa Cihuacóatl, la primera diosa en parir, la madre de Quetzalcóatl y de todos los mexicas. Su representación encarnada es el de una mujer madura con la cara pintada mitad en rojo y mitad en negro en la cabeza lleva una corona de plumas de águila, vestida con una blusa roja y una falda blanca con caracolillos. En la mano derecha lleva un instrumento para tejer y en la mano izquierda un escudo que hace juego con su corona.
Ella es la protectora de las mujeres que están embarazadas pero sobre todo de las que mueren durante el parto. Las mujeres que morían durante el parto eran consideradas guerreras, las mujeres águila además de ser divinizadas con el nombre de Cihuateteo. Estas mujeres regresaban por las noches en las encrucijadas a llorar por su hijo que no pudo nacer. Es así que como podemos darnos cuenta no se trata de una sola llorona, son cientos de guerreras águila que murieron durante su primer parto las que lloran en las encrucijadas de caminos de cualquier pueblo o ciudad de hispanoamérica por sus hijos.
Los códices e incluso los cronistas de la colonia hacen referencia a esta divinidad. El relato de esta mujer llorando por sus hijos más conocido lo encontramos en los presagios funestos que avisaron a Moctezuma ll de la llegada de los españoles y la inminente caída de la gran Tenochtitlán.
Según los informantes de Bernardino de Sahagún:
El sexto presagio funesto: muchas veces se oía una mujer que lloraba; iba gritando por la noche; andaba dando grandes gritos:
-¡Hijitos míos, pues ya tenemos que irnos lejos! Y a veces decía:
-Hijitos míos, ¿a dónde os llevaré?
Según el testimonio de Muñoz Camargo en la historia de Tlaxcala :
El sexto presagio y señal fue que muchas veces y muchas noches, se oía una voz de mujer que a grandes voces lloraba y decía, anegándose con mucho llanto y grandes sollozos y suspiros: ¡Oh hijos míos! del todo nos vamos ya a perder... Y otras veces decía: Oh hijos míos ¿a dónde os podré llevar y esconder. . . ?
La llorona en la Nueva España
Está versión es sin duda la más conocida:
Una vez consumada la conquista, una hermosa mujer indígena enamorada de un hombre español se une en amasiato bajo juramentos de amor eterno.
De este amor nacieron tres hijos mestizos con la belleza de la madre y el porte del padre, eran sin duda felices. De pronto el padre de los niños empezó a hacer más largas sus ausencias en casa, la indígena desconcertada y temerosa le pregunta el motivo de su cambio. Él se concreta a responder:
--Anda querida que el trabajo que tengo me mantiene lejos de vos y mis hijos. Que ustedes son mis únicos amores, pongo como testigo a la Virgen del Socorro.
Mientras responde la abraza poniendo la cabeza de ella sobre su pecho besando el cabello negro brillante de su mujer.
Pero las ausencias son cada vez más largas, las palabras de amor más cortas y las caricias nulas. Un día cuando el regresa de su viaje le dice con el rostro y la voz seria:
-- mujer quiero que sepas que me he casado con una española. Que todo termina aquí, ya no volveré más.
Dicho lo cual sale de la casa dejándola muda. Con una herida aguda en el pecho pensando:
--¡me dejó! ¡Me dejó por ser India! ¡Prefirió a una de su raza!
En esto estaba la pobre mujer cuando llegó uno de sus pequeños hijos a preguntarle por su padre. Loca de celos de angustia y desesperación tomó un cuchillo y le arrebató la vida a sus tres hijos . Los acuchilló una y otra vez. Cuando que se dio cuenta de lo que acababa de hacer soltó el cuchillo ensangrentado y con una mueca de dolor salió a la calle gritando:, ¡ayyyyy mis hijos. .....! ¡ayyyy mis hijos!
Era tan lastimoso su llanto que quien la escuchaba sentía un escalofrío recorriéndole la espalda.
Nunca se supo más de esa mujer, aunque por muchos años los habitantes de la Nueva España evitaban salir de sus casas a media noche y principalmente cuando había luna. Despertaban espantados al oír en la calle tristes gemidos lanzados por una mujer. Quienes lograron verla la describen vestida de blanco con el cabello negro largo suelto flotando en el zócalo de la ciudad.
Malintzin la llorona
Por supuesto existe también la leyenda que nos dice que Malintzin arrepentida por haber entregado a Cortés el imperio mexicas llora eternamente por sus hijos: los mestizos de la Nueva España hoy México.
La llorona del Perú
En el Perú la leyenda tiene un origen colonial.
Carla Tuesta de Soldevilla, hija de un limeño hacendado quien le brindó una vida llena de lujos y riquezas.
La linda jovencita con el paso del tiempo conoce a un joven y termina enamorándose perdidamente de él, quien desde ese mismo instante quedó impregnado de ella y le juró amarla eternamente. Luego de casi un año de haber conocido al joven, el padre de Carla Tuesta de Soldevilla, muere debido a un paro cardíaco agudo.
La joven amaba mucho a su pretendiente es por ello que le dio acceso a los negocios importantes de su padre. Al pasar el tiempo, los negocios se volvían más prósperos pero el joven no terminaba por formalizar su relación con la linda muchacha, era muy avaro e incluso la maltrataba a pesar de que la joven le había dado 3 hijos.
Un día Carla se decide encararlo para resolver su situación pero al entrar al dormitorio de la mansión donde él descansaba, encuentra al caballero con una amiga viuda. La joven de la rabia toma una vara metálica y les da dos golpes certeros, transformando a la cándida y tierna joven en la peor asesina de la época.
En medio de su dolor y arrebato se dirige hasta la habitación de los niños y termina con sus vidas para no recordar el engaño del joven en el rostro de sus pequeños, en pocos minutos retoma la conciencia sobre sus actos. Es allí donde se da cuenta de su terrible actuación, Carla Tuesta de Soldevilla se suicida.
Desde aquel día su fantasma persigue a cualquier hombre infiel para castigarlo mientras se escucha su voz gritando al viento: ¡Ay mis hijoooooos!
La llorona chilena
En Chile la llorona recibe el nombre de La Pucullén. Según los relatos llora eternamente y sin cesar ya que le arrebataron de sus brazos a su hijo a muy corta edad. Es descrita vistiendo enteramente de blanco como una presencia fantasmal
La llorona en Ecuador
La llorona era una mujer cuyo esposo la abandonó junto con su bebé. Ella enloqueció y ahogó al bebé en el río pero después se arrepintió y se echó al agua a buscarlo. Cuando lo encontró ya estaba muerto y sin uno de sus dedos, el meñique. Entonces la Llorona se suicidó y desde entonces su alma en pena vaga cortando el dedo meñique de quien se cruce en su camino. Sin embargo, también existe la versión más conocida en la que ahoga a su bebé y ahora llora buscándolo sin descanso. Estas historias son muy creídas por los campesinos.
La llorona contemporánea
Muchas personas de nuestra generación afirman haber escuchado los lamentos de esta pobre madre en la actualidad.
En la plaza de Loreto en el corazón de la Ciudad de México, un carpintero trabajaba tranquilo en una vieja casona, seguramente pensando en su hermosa esposa que estaba embarazada y en sus 5 bellas y pequeñas hijas. Era ya tarde cuando se escuchó un lamento que estremeció a todos los hombres que se encontraban trabajando junto con él. La sorpresa y el miedo fueron enormes cuando vieron a una mujer con el cabello largo negro despeinado, flotando en el aire, dicen los testigos que el vestido desgarrado de esa ánima en pena tocó el cuerpo del carpintero que cayó desmayado por el susto. Desde ese día nada volvió a ser igual para él y su familia. Después de algunos meses murió. Al parecer la gran impresión afectó el corazón de ese caballero al que nunca pude abrazar y decirle abuelo...
La leyenda de la llorona es muy conocida en México, lo que muy pocas personas conocen es donde se origina y la cantidad de versiones de esta leyenda que no es exclusiva de México ya que podemos escuchar el llanto de la llorona en Perú, Venezuela, Costa Rica, Uruguay, Guatemala, Chile y algunos otros países hispanoamericanos.
¿Pero cómo le hace la llorona para estar en todos esos países?
La respuesta es fácil, no existe una llorona, ¡¡son cientos!!
La llorona es una leyenda cien por ciento prehispánica, inicia con la Diosa Cihuacóatl, la primera diosa en parir, la madre de Quetzalcóatl y de todos los mexicas. Su representación encarnada es el de una mujer madura con la cara pintada mitad en rojo y mitad en negro en la cabeza lleva una corona de plumas de águila, vestida con una blusa roja y una falda blanca con caracolillos. En la mano derecha lleva un instrumento para tejer y en la mano izquierda un escudo que hace juego con su corona.
Ella es la protectora de las mujeres que están embarazadas pero sobre todo de las que mueren durante el parto. Las mujeres que morían durante el parto eran consideradas guerreras, las mujeres águila además de ser divinizadas con el nombre de Cihuateteo. Estas mujeres regresaban por las noches en las encrucijadas a llorar por su hijo que no pudo nacer. Es así que como podemos darnos cuenta no se trata de una sola llorona, son cientos de guerreras águila que murieron durante su primer parto las que lloran en las encrucijadas de caminos de cualquier pueblo o ciudad de hispanoamérica por sus hijos.
Los códices e incluso los cronistas de la colonia hacen referencia a esta divinidad. El relato de esta mujer llorando por sus hijos más conocido lo encontramos en los presagios funestos que avisaron a Moctezuma ll de la llegada de los españoles y la inminente caída de la gran Tenochtitlán.
Según los informantes de Bernardino de Sahagún:
El sexto presagio funesto: muchas veces se oía una mujer que lloraba; iba gritando por la noche; andaba dando grandes gritos:
-¡Hijitos míos, pues ya tenemos que irnos lejos! Y a veces decía:
-Hijitos míos, ¿a dónde os llevaré?
Según el testimonio de Muñoz Camargo en la historia de Tlaxcala :
El sexto presagio y señal fue que muchas veces y muchas noches, se oía una voz de mujer que a grandes voces lloraba y decía, anegándose con mucho llanto y grandes sollozos y suspiros: ¡Oh hijos míos! del todo nos vamos ya a perder... Y otras veces decía: Oh hijos míos ¿a dónde os podré llevar y esconder. . . ?
La llorona en la Nueva España
Está versión es sin duda la más conocida:
Una vez consumada la conquista, una hermosa mujer indígena enamorada de un hombre español se une en amasiato bajo juramentos de amor eterno.
De este amor nacieron tres hijos mestizos con la belleza de la madre y el porte del padre, eran sin duda felices. De pronto el padre de los niños empezó a hacer más largas sus ausencias en casa, la indígena desconcertada y temerosa le pregunta el motivo de su cambio. Él se concreta a responder:
--Anda querida que el trabajo que tengo me mantiene lejos de vos y mis hijos. Que ustedes son mis únicos amores, pongo como testigo a la Virgen del Socorro.
Mientras responde la abraza poniendo la cabeza de ella sobre su pecho besando el cabello negro brillante de su mujer.
Pero las ausencias son cada vez más largas, las palabras de amor más cortas y las caricias nulas. Un día cuando el regresa de su viaje le dice con el rostro y la voz seria:
-- mujer quiero que sepas que me he casado con una española. Que todo termina aquí, ya no volveré más.
Dicho lo cual sale de la casa dejándola muda. Con una herida aguda en el pecho pensando:
--¡me dejó! ¡Me dejó por ser India! ¡Prefirió a una de su raza!
En esto estaba la pobre mujer cuando llegó uno de sus pequeños hijos a preguntarle por su padre. Loca de celos de angustia y desesperación tomó un cuchillo y le arrebató la vida a sus tres hijos . Los acuchilló una y otra vez. Cuando que se dio cuenta de lo que acababa de hacer soltó el cuchillo ensangrentado y con una mueca de dolor salió a la calle gritando:, ¡ayyyyy mis hijos. .....! ¡ayyyy mis hijos!
Era tan lastimoso su llanto que quien la escuchaba sentía un escalofrío recorriéndole la espalda.
Nunca se supo más de esa mujer, aunque por muchos años los habitantes de la Nueva España evitaban salir de sus casas a media noche y principalmente cuando había luna. Despertaban espantados al oír en la calle tristes gemidos lanzados por una mujer. Quienes lograron verla la describen vestida de blanco con el cabello negro largo suelto flotando en el zócalo de la ciudad.
Malintzin la llorona
Por supuesto existe también la leyenda que nos dice que Malintzin arrepentida por haber entregado a Cortés el imperio mexicas llora eternamente por sus hijos: los mestizos de la Nueva España hoy México.
La llorona del Perú
En el Perú la leyenda tiene un origen colonial.
Carla Tuesta de Soldevilla, hija de un limeño hacendado quien le brindó una vida llena de lujos y riquezas.
La linda jovencita con el paso del tiempo conoce a un joven y termina enamorándose perdidamente de él, quien desde ese mismo instante quedó impregnado de ella y le juró amarla eternamente. Luego de casi un año de haber conocido al joven, el padre de Carla Tuesta de Soldevilla, muere debido a un paro cardíaco agudo.
La joven amaba mucho a su pretendiente es por ello que le dio acceso a los negocios importantes de su padre. Al pasar el tiempo, los negocios se volvían más prósperos pero el joven no terminaba por formalizar su relación con la linda muchacha, era muy avaro e incluso la maltrataba a pesar de que la joven le había dado 3 hijos.
Un día Carla se decide encararlo para resolver su situación pero al entrar al dormitorio de la mansión donde él descansaba, encuentra al caballero con una amiga viuda. La joven de la rabia toma una vara metálica y les da dos golpes certeros, transformando a la cándida y tierna joven en la peor asesina de la época.
En medio de su dolor y arrebato se dirige hasta la habitación de los niños y termina con sus vidas para no recordar el engaño del joven en el rostro de sus pequeños, en pocos minutos retoma la conciencia sobre sus actos. Es allí donde se da cuenta de su terrible actuación, Carla Tuesta de Soldevilla se suicida.
Desde aquel día su fantasma persigue a cualquier hombre infiel para castigarlo mientras se escucha su voz gritando al viento: ¡Ay mis hijoooooos!
La llorona chilena
En Chile la llorona recibe el nombre de La Pucullén. Según los relatos llora eternamente y sin cesar ya que le arrebataron de sus brazos a su hijo a muy corta edad. Es descrita vistiendo enteramente de blanco como una presencia fantasmal
La llorona en Ecuador
La llorona era una mujer cuyo esposo la abandonó junto con su bebé. Ella enloqueció y ahogó al bebé en el río pero después se arrepintió y se echó al agua a buscarlo. Cuando lo encontró ya estaba muerto y sin uno de sus dedos, el meñique. Entonces la Llorona se suicidó y desde entonces su alma en pena vaga cortando el dedo meñique de quien se cruce en su camino. Sin embargo, también existe la versión más conocida en la que ahoga a su bebé y ahora llora buscándolo sin descanso. Estas historias son muy creídas por los campesinos.
La llorona contemporánea
Muchas personas de nuestra generación afirman haber escuchado los lamentos de esta pobre madre en la actualidad.
En la plaza de Loreto en el corazón de la Ciudad de México, un carpintero trabajaba tranquilo en una vieja casona, seguramente pensando en su hermosa esposa que estaba embarazada y en sus 5 bellas y pequeñas hijas. Era ya tarde cuando se escuchó un lamento que estremeció a todos los hombres que se encontraban trabajando junto con él. La sorpresa y el miedo fueron enormes cuando vieron a una mujer con el cabello largo negro despeinado, flotando en el aire, dicen los testigos que el vestido desgarrado de esa ánima en pena tocó el cuerpo del carpintero que cayó desmayado por el susto. Desde ese día nada volvió a ser igual para él y su familia. Después de algunos meses murió. Al parecer la gran impresión afectó el corazón de ese caballero al que nunca pude abrazar y decirle abuelo...
En el pueblo de Oriental en el estado de Puebla camina una mujer en las madrugadas llora y grita y se lamenta y siempre se mete a una casa que actualmente está abandonada en esa casa hace muchos años fue violada y asesinada una mujer joven que estaba a punto de contraer matrimonio. Los sucesos son de la década de el Treinta del siglo XX.
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